martes, 18 de mayo de 2010

Pared de la Soledad

Pared de la Soledad

El carro, lentamente, va saliendo de Ciales,
detrás de una alazana, rucia, caballería,
y entra en los campos húmedos de crespos pastizales,
por donde el río traza su torva geometría.
(Yo sueño. El campo es nuestro. Los altos matorrales
cruzar, a rienda suelta, mi caballo podría,
frente a la enardecida tropa de los leales
y entre el aplauso unánime de la fusilería.)
Trenzan las trepadoras sus vegetales redes
sobre la cal nevada de las bravas paredes.
La curva repentina dice su brevedad.
Y un grito, como un látigo, sobre el campo tendido
prende múltiples voces del silencio dormido
en aquella mentida pared de soledad.

Corretjer en este poema hace alusión a la naturaleza de su pueblo, al campo y a todo lo que lo compone. Aquí se puede apreciar los diferentes aspectos que hacen nuestros paisajes, el río, vegetales, campo y hasta los caballos. Al referirse a un carro, se refiere a un viaje en el cual puede apreciar los campos, pastizales, matorrales y la naturaleza en general. Habla sobre la pared de soledad como mentida refiriéndose a que no es cierta, a que es engañosa, pues se escucha un grito “como un látigo”.

Inriri Cahuvial

Inriri Cahuvial

Envuelta en un remolino
De alas, te vi primero,
Vi el resplandor de tus ojos
Y vi tu pelo.
Cabellera de noche clara
Con tabonucos vueltos luceros, vueltos cometas:
Y ojos en los que arden llanos y cerros
Con quemazones alucinantes
De cucubanos revoloteando sobre un espejo.
Borrando todo sobre mi frente
Pasó un recuerdo que ya no era solo recuerdo.
Llevando todo consigo, todo,
Pasó una ráfaga que ya no era solo viento.
Bajo tu pelo, bajo tu frente, bajo tus ojos,
Que no eran ojos, ni era ya frente, ni aun en pelo,
Sino ramaje, sino rocío que me miraba desde las hojas:
Hacia esa forma que era tu tronco siendo tu cuerpo,
Se fue volando lo que yo era, lo que yo he sido:
Con las dos alas, y con las unas, y con el pico del carpintero.


En este poema se pueden apreciar dos mitos distintos, el del hombre proveniente del árbol y el de la mujer. Corretjer presenta la creación de la mujer como el producto de la intervención del pájaro carpintero. Es un poema muy interesante en el que el autor al final del poema se refiere a sí mismo como ese pájaro carpintero que interviene en la creación de las mujeres. Se puede ver la participación del pájaro en la creación de la mujer al decir: “Envuelta en un remolino de alas”. Esta sexualidad que presenta Corretjer, la presenta de una forma muy sutil que envuelve el resplandor de sus ojos, su cabellera, los luceros y cucubanos. Corretjer utiliza un asombroso juego de palabras que están llenos de mucha sensualidad y pasión pero una forma muy sutil.

Pictografía

Pictografía

Caía un sol todo Borinquén sobre
mi frente descubierta.

Yo me acerqué en silencio, conmovido,
hasta esa hipnósis que grabó una estrella,
no sé en que ardiente areyto de presagio,
para que esta mañana se leyera.

—Recoge tu Destino, Borincano,
en esta luz que se ha tornado pétrea.
Ni sol, ni lluvia; ni traición, ni nada,
podrá borrar lo que se ha escrito en piedra!—

Este poema es una llamado a que no olvidemos nuestra patria, que luchemos por ella hasta el final, sin importar que pase. Al referirse a lo escrito en las piedras se refiere a que nuestra patria seguirá siempre fija en nuestras vidas y en nuestros pensamientos, de generación en generación, al igual que lo escrito en las piedras, algo que no se borra nunca sin importar cuánto tiempo pase ni a cuantas tempestades esté expuesta.

Guanín

Guanín

Porque me pusiste al pecho
este guanín relumbrante,
he de andar, el hacha en mano,
y la muerte por delante.
Mano que unciste a mi cuello
el guanín del batallar:
con mi cemí, con mi flecha,
¡conmigo te enterrarán!

Un poema bastante corto, pero que contiene una realidad muy intensa de la vida del taíno guerrero. El guanín, símbolo de nobleza, le atribuye una gran responsabilidad y un gran peso sobre su espalda. Es muy impresionante como este taíno asume su responsabilidad y su suerte sin ningún tipo de problema, dispuesto a morir por su rango de líder.

Yerba bruja

Yerba bruja

Caminando por el monte
ví acercándose una estrella.
Yerba bruja me ató al pie.
Sentí pesada la lengua.

Debajo de los anones
un arco lanzó su flecha
que era rastro luminoso
de cucubano o luciérnaga.

Seguí andando, seguí andando
sin saber rumbo ni senda.

A un clamor de seboruco
llegué al fin.
Froté la muesca
y aspiré el humo sagrado
que hace la boca profeta.

¡Bateyes del Otuao
para la danza guerrera!

Tú gritaste, ¡Manicato!
Y yo, encima de la puerta,
cuando la noche acababa
colgué mi collar de piedra


Este es un poema donde se ve reflejado nuestro pasado taíno. Se ve de alguna forma la valentía del guerrero taíno, que sigue hacia adelante a pesar de los obstáculos del camino. El título del poema es como una comparación indirecta con la fortaleza que podían tener los taínos, ya que la yerba bruja era una planta con mucho poder de resistencia y con muchos más atributos. El uso de la flecha es lo que nos ayuda a entender que podía ser un indio guerrero, pero también puede haber sido un taíno brujo, ya que, habla del humo sagrado y esto hace alusión a las yerbas que utilizaban estos brujos que producían humos alucinógenos. Ya al final, podemos concluir que este indígena valiente llego a su casa luego de una fuerte travesía.

Oubao-Moin

Oubao-Moin

El río de Corozal, el de la leyenda dorada.
La corriente arrastra oro. La corriente está ensangrentada.
El Río Manatuabón tiene la leyenda dorada.
La corriente arrastra oro. La corriente está ensangrentada.
El rio Cibuco escribe su nombre con letra dorada.
La corriente arrastra oro. La corriente está ensangrentada.
Allí se inventó un criadero. Allí el quinto se pagaba.
La tierra era de oro. La tierra está ensangrentada.
En donde hundió la arboleda su raíz en tierra dorada,
allí las ramas chorrean sangre. La arboleda está ensangrentada.
Donde dobló la frente india, bien sea tierra, bien sea agua,
bajo el peso de la cadena, entre los hierros de la ergástula,
allí la tierra hiede a sangre y el agua está ensangrentada.
Donde el negro quebró sus hombros, bien sea tierra o sea agua,
y su cuerpo marcó el carimbo y abrió el látigo su espalda,
allí la tierra hiede a sangre y el agua está ensangrentada.
Donde el blanco pobre ha sufrido los horrores de la peonada,
bajo el machete del mayoral y la libreta de jornada
y el abuso del señorito, allí sea tierra o allí sea agua,
allí la tierra está maldita y corre el agua envenenada.

Gloria a esas manos aborígenes porque trabajaban.
Gloria a esas manos negras porque trabajaban.
Gloria a esas manos blancas porque trabajaban.
De entre esas manos indias, negras, blancas,
de entre esas manos nos salió la patria.
Gloria a las manos que la mina excavaran.
Gloria a las manos que el ganado cuidaran.
Gloria a las manos que el tabaco, que la caña y el café sembraran.
Gloria a las manos que los pastos talaran.
Gloria a las manos que los bosques clarearan.
Gloria a las manos que los ríos y los caños y los mares bogaran.
Gloria a las manos que los caminos trabajaran.
Gloria a las manos que las casas levantaran.
Gloria a las manos que las ruedas giraran.
Gloria a las manos que las carreteras y los coches llevaran.
Gloria a las manos que las mulas y caballos ensillaran y desensillaran.
Gloria a las manos que los hatos de cabras pastaran.
Gloria a las manos que cuidaron de las piaras.
Gloria a las manos que las gallinas, los pavos y los patos criaran.
Gloria a todas las manos de todos los hombres y mujeres que trabajaron.
Porque ellas la patria amasaran.
Y gloria a las manos, a todas las manos que hoy trabajan
porque ellas constuyen y saldrá de ellas la nueva patria liberada.
¡La patria de todas las manos que trabajan!
Para ellas y para su patria, ¡Alabanza!, ¡Alabanza!


Este es un poema de historia, desde los indígenas hasta los pobres jíbaros trabajadores; es como un orden cronológico de sufrimientos, dolor y muerte. Corretjer nos muestra que para llegar a ser la patria que hoy somos nuestra tierra tuvo que pasar por muertes, atropellos, humillaciones y todo tipo de mal trato. Esta tierra está llena de la sangre de indígenas y negros, y del sudor de la frente de los blancos pobres que surgieron de la mezcla de las razas. Pero gracias a todo ese trabajo, todo ese esfuerzo sobrehumano, todo ese abuso, surgió algo de lo que podemos estar ahora muy orgullosos: nuestra bella patria y nuestra cultura única.

Boricua en la luna

Boricua en la luna

Desde las ondas del mar
que son besos a su orilla,
una mujer de Aguadilla
vino a New York a cantar.
Pero no, solo a llorar
un largo llanto y morir.
De ese llanto yo nací
como la lluvia una fiera.
Y vivo en larga espera
de cobrar lo que perdí.

Por un cielo que se hacía
mas feo mas más volaba
a Nueva York se acercaba
un peón de Las Marías
Con la esperanza, decía,
de un largo día volver.
Pero antes me hizo nacer
Y de tanto trabajar
se quedo sin regresar:
reventó en un taller.

De una lagrima soy hijo
y soy hijo del sudor
y fue mi abuelo el amor
único en mi regocijo
del recuerdo siempre fijo
en aquel cristal del llanto
como quimera en el canto
de un Puerto Rico de ensueño
y yo soy Puertorriqueño,
sin na, pero sin quebranto.

Y el "echón" que me desmienta
que se ande muy derecho
no sea en lo más estrecho
de un zaguán pague la afrenta.
Pues según alguien me cuenta:
dicen que la luna es una
sea del mar o sea montuna.
Y así le grito al villano:
yo sería borincano
aunque naciera en la luna.



Este poema es uno lleno de recuerdos nostálgicos, pero también lleno de una triste realidad que tuvieron que vivir los puertorriqueños en tiempos pasados debido a la gran pobreza del momento. La nostalgia se ve reflejada cuando dice que él vive esperando volver a tener lo que desde que nació le quitaron. También expresa una cierta admiración por sus padres porque ambos sufrieron mucho, debido al gran trabajo y sacrificio que tuvieron que hacer, para poder darle un mejor porvenir a su hijo. Al final del poema, Corretjer deja fuera la nostalgia y deja ver el sentimiento de orgullo y la valentía para enfrentar a todo aquel extranjero que quiera desmentir lo que él es, un boricua.

Biografia



Juan Antonio Corretjer Montes nació en Ciales el día 3 de marzo de 1908. Hijo de Don Diego Corretjer Hernández y Doña María Brígida Montes González.

Como muy pocos en la colonia, Corretjer nació verdaderamente libre. Desde su infancia el seno de su hogar fue una escuela de amor patrio. Sus canciones de cuna fueron los versos de José Martí y los cánticos épicos alusivos a la gesta de Juan Ríus Rivera, Máximo Gómez y Antonio Maceo en Cuba. De labios de sus familiares escuchó la épica patriótica de la insurrección cialeña cuando el 13 de agosto de 1898 más de seiscientos campesinos declararon a viva voz la independencia de Puerto Rico. En la dirección de ese levantamiento estuvieron involucrados su abuelo Juan Montes Núñez y su tío Ramón Montes. Otros de sus tíos y familiares participaron en diversas tareas organizativas.

Esta formación política explica por qué Juan Antonio Corretjer siendo un niño encabezaba las manifestaciones de jóvenes que daban gritos de ¡Viva Puerto Rico Libre! y ¡Viva la Independencia de Puerto Rico! en las manifestaciones públicas del Partido Unión de Puerto Rico. Desde muy temprano se manifiesta en él su preocupación por los intereses de la Patria.

Siendo apenas un estudiante de escuela elemental se inicia políticamente en la Sociedad Literaria José Gautier Benítez de Ciales. Posteriormente, en octavo grado organizó la primera protesta estudiantil contra las autoridades norteamericanas en su pueblo. Como resultado de esta acción fue expulsado de todas las escuelas del municipio de Ciales. Las autoridades escolares determinaron que sus estudios tenían que realizarse en la población de Vega Baja.

De regreso a Ciales ingresa en la Juventud Nacionalista anteriormente conocida como la Sociedad Literaria José Gautier Benítez. A partir de este momento, desde los 16 años de edad, Corretjer estará sin interrupción en las más difíciles y peligrosas trincheras de la lucha por la independencia de Puerto Rico.

Su primer poema lo escribe a la edad de 12 años, y lo identifica como Canto a Ciales . Esta loa a su pueblo es el inicio de una gran obra literaria que se extiende por espacio de sesenta y cinco años. Su más antiguo poema existente es el soneto De otoño que data de 1924. Sus primeros versos publicados se remontan a 1925, en que aparecen en revistas como el Puerto Rico Ilustrado.

En 1926 trabaja afanosamente con los círculos literarios de San Juan. Algunos de ellos ya están influenciados por el marxismo. Por mediación de Vicente Géigel Polanco lee el primer artículo marxista publicado en la prestigiosa revista peruana Boletín Titicaca y a través de Samuel R. Quiñones conseguirá una edición revisada de El capital de Carlos Marx. A partir de 1927 su poesía es una lírica que posee tanto la influencia nacionalista como la marxista en interesante síntesis. En su Canción multitudinaria , de 1928, ya apreciamos su compromiso ideológico con el socialismo.

Decepcionado con la actitud conservadora del Partido Nacionalista decide marcharse a Nueva York. Inmediatamente se integra a La Liga Antiimperialista de las Américas que era un frente de la Tercera Internacional. En esta organización participa destacadamente en las protestas contra la intervención de Estados Unidos en Nicaragua y Haití. Por otro lado, aprovecha su estadía en Nueva York para trabajar con el Frente Sandinista con el propósito de conseguir armas para Sandino y de allegar simpatías y apoyo a la causa de la independencia de Puerto Rico. Esta organización condena enérgicamente la secuela de intervenciones militares norteamericanas en Latinoamérica, especialmente en Nicaragua, y respalda en la clandestinidad a los que luchan contra ellas. El trabajo de Corretjer en dicho frente le ocasiona su primer arresto.

Durante su estadía en Nueva York se mantiene en la trinchera literaria y desde allí se integra a trabajar con el grupo de intelectuales que posteriormente se conocerá como "la Generación del Treinta". Desde la urbe neoyorquina enviará trabajos que publica en la recién creada Revista Índice. En esta revista colabora junto a Antonio S. Pedreira, Vicente Géigel Polanco, Samuel R. Quiñones, A. Collazo Martell y otros destacados escritores. Dicho sea de paso, el primer poema que publica en esta revista, el 13 de agosto de 1929, Regresemos a la montaña , es un profético cántico de guerra a la gran jornada albizuista que se aproxima.

Ese mismo año debido a que su madre estaba gravemente enferma, Corretjer se ve obligado a regresar a Puerto Rico. Poco después, en enero de 1930 también regresa don Pedro Albizu Campos luego de finalizar una exitosa campaña de apoyo a la independencia de Puerto Rico en varios países latinoamericanos. En esos momentos Albizu ha salvado el nacionalismo. Corretjer conoce a Albizu y se une de inmediato a trabajar con el Partido Nacionalista. El Partido lo nombra su Secretario Administrador. Desde ese instante Corretjer participa en todas las luchas heroicas de ese nacionalismo combativo.

En 1932 Juan Antonio Corretjer participa junto a Pedro Albizu Campos en la protesta popular que toma el Capitolio de Puerta de Tierra en la capital, en contra de un proyecto de ley que atentaba contra la dignidad de nuestra bandera nacional. En la protesta cae el primer héroe de la jornada del treinta, el joven Ángel Manuel Suárez Díaz.

A pesar de la intensa labor política Corretjer publica, ese mismo año, su primer cuaderno de versos titulado Agueybaná que dedica "al Maestro Pedro Albizu Campos con admiración y cariño". En su poema Motín da cuenta de los sucesos del 32. En su poemario Agueybaná ya Corretjer se va proyectando como el poeta épico de Puerto Rico, proyección que queda totalmente plasmada en su famosa Alabanza en la torre de Ciales . Por otro lado va desarrollándose como el poeta de temas afro indígenas y criollos que trasciende la lírica de estampas folklóricas. Es que el verso de Corretjer es un verso vivo que representa la lucha heroica y centenaria de su pueblo tanto en el contexto nacional como en el contexto de la lucha de clases.

En 1933 Corretjer comienza a destruir la tesis del insularismo con cadenas al publicar su poemario Ulises que precisamente lo identifica como "versos al mar de un hombre de tierra adentro". Insularismo que también destruye en el plano de la lucha política al convertirse en un embajador de la causa puertorriqueña en las Antillas. Representa al Partido Nacionalista en la República Dominicana y Haití, lugares que visita para continuar el peregrinaje de Albizu. Esta labor de diplomacia revolucionaria la inicia después de acompañar a Albizu en la dirección de las grandes huelgas de los trabajadores de la caña en 1934. Corretjer trabajó en la organización de las grandes huelgas de Canóvanas y Fajardo.

A principios de 1935 viaja a Cuba con el propósito de buscar apoyo hacia la causa de su patria aún irredenta. Durante su estadía en Cuba colaboró con el grupo revolucionario que dirigía Antonio Guiteras contra el régimen de Batista.

Al estallar la huelga general en marzo de 1935 —de carácter antiimperialista— inmediatamente Estados Unidos amenaza con invadir a Cuba. Ante esta situación Corretjer contesta el reto por una estación de radio declarando que el pueblo cubano lo recibiría con las armas en la mano. Esta declaración pública y su participación en la huelga motivaron a los carceleros del imperialismo a encarcelarlo en el famoso Castillo del Príncipe. Fue toda esta experiencia la que le dio la oportunidad de conocer a figuras como Juan Marinello, Pablo de la Torriente Brau y Blas Roca, dirigente del Partido Comunista Cubano. Juan Marinello será compañero de prisión de Corretjer en el Castillo del Príncipe en La Habana en 1935.

En octubre de 1935 la policía colonial de Estados Unidos en Puerto Rico ejecuta lo que históricamente se conoce como La Masacre de Río Piedras. Un día después de los hechos Corretjer es nombrado Secretario General del Partido Nacionalista. En 1936 es encarcelado nuevamente al negarse a entregar, a las autoridades norteamericanas el libro de Actas del Partido Nacionalista. Por este alegado desacato, que para el pueblo era un acto de valentía, vergüenza y honestidad patriótica, es condenado a un año de cárcel.

Nuevamente Corretjer, con estoicismo y patriotismo tiene que enfrentarse a la "justicia del invasor" que ocupa militarmente su Patria. Estando encarcelado en La Princesa se le acusa de "conspirar para derrocar el gobierno de Estados Unidos en Puerto Rico". En este histórico "juicio" un jurado compuesto por puertorriqueños declara a Albizu, Corretjer y sus otros compañeros inocentes. Inmediatamente el gobierno de Estados Unidos, violando sus propios estatutos jurídicos, reúne un segundo jurado donde los norteamericanos superan numéricamente a los puertorriqueños y los declaran culpables. De esta forma el alto liderato del Partido Nacionalista es exiliado en las frías mazmorras de Atlanta.

Además de Albizu y Corretjer serán encarcelados Luis F. Velázquez, Clemente Soto Vélez, Erasmo Velázquez, Pablo Rosado Ortiz, Juan Gallardo y Julio Héctor Velázquez. Serán trasladados a Atlanta el 7 de junio de 1937. Con esta acción el imperialismo quería destruir la unidad de líder, partido y masas.

A pesar de que sus tareas políticas de organización fueron su prioridad Corretjer realiza labores de periodismo revolucionario editando La palabra , órgano oficial del Partido Nacionalista y escribe diversos ensayos y cuentos.

Muchos de los cuentos de esta época fueron recopilados por el profesor Ramón Felipe Medina y editados bajo el título de El cumplido . Entre 1929 al 1937 Corretjer publicó cinco relatos y años después, entre febrero de 1943 y octubre de 1944, publicó cuarenta narraciones en la sección Cuento semanal del periódico Pueblos hispanos . Los cuentos de Corretjer son muy distintos desde el punto de vista de su temática, estructura, desenlace y problemas ideológicos planteados pues rompen con la literatura colonialista de la docilidad tan arraigada en muchos de nuestros narradores.

Juan Antonio Corretjer publica en 1937 sus obras Amor a Puerto Rico y Cántico de Guerra en los momentos en que se enfrenta al cruel proceso de la cárcel y el exilio. Estará en la prisión de Atlanta desde el 7 de junio de 1937 hasta al 4 de junio de 1942.

Después de su excarcelación el imperialismo yanqui lo mantiene desterrado en Nueva York pues no se le permite cambiar de domicilio ni mucho menos regresar a Puerto Rico.

Entre los años 1942 al 1946 Corretjer trabaja en actividades políticas y literarias en Nueva York y Cuba. A este país viaja antes de regresar a Puerto Rico. En estos años su concepción marxista de la lucha se fortalece, sobre todo después de conocer a su inseparable compañera de lucha Consuelo Lee Tapia. Consuelo y Juan Antonio estarán juntos por espacio de cuarenta años en las mismas trincheras de lucha. En palabras de Consuelo: "Juan es la parte masculina que compone conmigo esta alianza amorosa de dos opuestos".

En 1943 Corretjer inicia y dirige, en Nueva York, la publicación del periódico Pueblos hispanos que se convierte en el órgano más importante de la expresión y lucha de todos los grupos hispanos durante la guerra. Consuelo trabajará como administradora del periódico durante los dos años que se estuvo publicando.

Trabaja arduamente en la creación de una épica sobre la gesta del Grito de Lares que finalmente queda plasmada en su magistral obra sobre El Leñero que publica en 1944 con la que obtiene el Premio de Poesía del Instituto de Literatura Puertorriqueña. De igual forma realiza un periodismo a favor de las causas del proletariado. En estos momentos lo encontramos colaborando en la Revista Hoy en Cuba, publicación comunista donde también colabora Juan Marinello.

Después de diez largos años de ausencia Juan Antonio Corretjer regresa a su Patria y junto a su compañera Consuelo ingresa en el Partido Comunista. Posteriormente, en marzo de 1948, ambos son expulsados del Partido por impulsar la vía revolucionaria y abogar por la revolución armada. Ese mismo año Juan Antonio y Consuelo participan en la organización de la Escuela Betances donde desarrollan sistemas de alfabetización para el pueblo apoyados por la organización Unión del Pueblo.

Entre los años 1948 a 1952 Juan Antonio Corretjer continúa su labor política y literaria en distintos niveles. Se destaca escribiendo ensayos de carácter político y poemas combativos mientras se mantiene trabajando en la Unión del Pueblo Pro-Constituyente, organización abiertamente antiimperialista. En estos últimos años de la década de 1940 también produce una serie de trabajos en prosa entre los que se destacan: El buen borincano (1945), Lloréns: Juicio histórico (1946), Nuestra bandera (1947), La Revolución de Lares (1947), La lucha por la independencia de Puerto Rico (1949). Este último trabajo ha inspirado a varios historiadores que han investigado algunas de las tesis planteadas por Corretjer en esta obra.

Al estallar la Revolución Nacionalista es arrestado y acusado de incitar al motín. Posteriormente es nuevamente encarcelado y cumple seis meses de prisión. De este proceso son sus obras Los primeros años (1950) y Tierra nativa (1951). En 1950 escribe el cantar épico de Puerto Rico, Alabanza en la torre de Ciales que publica posteriormente en 1953.

Entre los años 1953 a 1960 publica sus obras Contestación al miedo (1954), Don Diego en el Cariño (1956), Yerba bruja (1957) y Distancias (1957). A finales de esa década continúa su lucha de carácter antillano al apoyar la revolución contra la dictadura de Batista.

Corretjer colabora estrechamente con el Movimiento 26 de Julio hasta el triunfo de la Revolución. Viaja a Cuba en 1959 y allí nace su amistad con Ernesto "Che" Guevara.

Desde Cuba parte a Centro y Sur América a buscar apoyo a la causa de independencia de Puerto Rico. Estando en Venezuela participa destacadamente en el Segundo Congreso Pro Libertad y Democracia. Su peregrinaje le permitió iniciar amistad con la intelectualidad más prestigiosa de América Latina, incluyendo a Rómulo Gallegos.

Para esta fecha Corretjer realiza trabajo antiimperialista en América Latina junto a Salvador Allende, de Chile; Ricardo Alarcón, de Cuba; Jovito Villalba y José Herrera Oropeza, de Venezuela; Cheddi Jagan, de Guyana y otros destacados líderes. Por gestiones de Corretjer y un grupo de amigos se logra que varios ex presidentes de países latinoamericanos suscribieran un pronunciamiento público apoyando la independencia de Puerto Rico. Lo firmaron figuras internacionalmente reconocidas como José María Velazco Ibarra, de Ecuador; Wolfgang Larrázabal, de Venezuela; Juan José Arévalo, de Guatemala y Lázaro Cárdenas, de México.

Al regresar a Puerto Rico apoya la creación del Movimiento Pro Independencia (MPI) y en su seno defiende la huelga electoral como arma de lucha política. De esta forma Corretjer mantiene la tradición revolucionaria defendida por Ramón Emeterio Betances y Pedro Albizu Campos. Se retira del MPI tan pronto esta organización decidió en su primera fase que cada uno de sus miembros en forma opcional podía apoyar o no apoyar las elecciones coloniales.

En 1961 Corretjer publica su obra Genio y figura . Desde ese año estará viajando a las Naciones Unidas para participar en las deliberaciones sobre el caso colonial de Puerto Rico. Entre 1961 y 1963 participará como portavoz de Acción Patriótica Unitaria en esta gestión internacional.

En 1962 es arrestado en México porque el presidente Kennedy visitaba la ciudad capital y por tal razón "ningún independentista puertorriqueño podía estar suelto por las calles de México". Después de su excarcelación el gobierno mexicano ordena su deportación.

De regreso a Puerto Rico organiza la Liga Socialista y continúa presidiendo o militando en comités que laboran contra el Servicio Militar Obligatorio, impuesto por Estados Unidos en Puerto Rico, contra la usurpación de las tierras viequenses en poder de la Marina de Guerra Norteamericana, contra la explotación minera y contra el plebiscito colonial efectuado en 1967. En 1963 publica su obra Futuro sin falla y en1966, Albizu Campos hombre histórico . Un año después publica Pausa para el amor .

En 1968 es acusado junto a su compañera Consuelo Lee y otros compañeros de la Liga Socialista por conspiración. En 1969 nuevamente son procesados con los mismos cargos. En 1970, tanto Corretjer como Doña Consuelo, sufren un atentado contra sus vidas. Después de este atentado son encarcelados en junio de 1971 junto a otros compañeros por los cargos presentados desde el 1969.

A pesar del largo proceso judicial Corretjer se mantiene trabajando en las luchas políticas y culturales. En 1970 publicó el ensayo histórico La historia que gritó en Lares y el poemario Canciones de Consuelo que son canciones de protesta . Posteriormente, entre 1972 y 1976 publica las obras de poesía Construcción del Sur , Aguinaldo escarlata , Para que los pueblos canten , entre otros. En 1977 publica su obra Paso a Venezuela . En 1978 el Instituto de Cultura Puertorriqueña le publica su primer tomo de Obras completas .

En los últimos años ha publicado varios ensayos entre los que se destacan: Las banderas de la independencia ( 1970), El líder de la desesperación (1972), Semblanza polémica de Pedro Albizu Campos (1973), La patria radical (1975), Problema de la guerra popular en Puerto Rico ( 1977), La patria radical, edición ampliada ( 1978 ), El voto presidencial (1980), Vieques y la lucha por la independencia (1980), y la obra Poesía y revolución Tomo I , Antología de escritos de Corretjer , seleccionados por José Ramón Meléndez.

Entre sus conferencias publicadas recientemente se destacan, entre otras: El sufragio es una mentira (1976), De Betances a Lenin (1977), Fusilamiento en Maravilla (1978), Corretjer en la ONU (1978), El espíritu de Lares (1978), Asesinato en Tallahasse (1979) y Entre rayos y centellas (1981). Como conferenciante Corretjer ha pronunciado varios cientos de conferencias en la radio, las escuelas, uniones, centros universitarios, centros culturales y en diversas comunidades de latinoamericanos en Estados Unidos donde funda el Movimiento de Liberación Nacional.

Como periodista Juan Antonio Corretjer, además de ser una de nuestras mejores plumas ha fundado más de una docena de periódicos y revistas. También ha colaborado en diversos periódicos y revistas de circulación nacional. En sus últimos años editó El Correo de la Quincena , que es el órgano oficial de la Liga Socialista Puertorriqueña, organización que presidió desde el 2 de enero de 1962. También de esta organización editó el periódico El socialista .

Como director de periódicos estuvo al frente de El boricua, ¡Adelante!, Prieto y puya, Bandera, Pabellón y Pueblos hispanos.

Toda esta obra gigantesca, ardua, consecuente, tiene méritos en sí mismas y méritos que trascienden. Porque Juan Antonio Corretjer ha desarrollado esta lucha titánica con valentía y sacrificio, siempre de pie, cara a cara ante el enemigo. En esta lucha jamás dobló rodilla. Y si tuvo que enfrentarse al hambre, a la represión, a la cárcel, al exilio, a la traición, jamás fue humillado por el imperialismo yanqui.

Murió el sábado 19 de enero de 1985 en San Juan, Puerto Rico.

De Juan Manuel Delgado
http://patriagrande.net